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El Institut Valencià de Cultura recibe este fin de semana en el Teatro Principal de València al Centro Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá con ‘Andanzas y entremeses de Juan Rana’.
La Inquisición se reúne para un juicio secreto que puede cambiar el curso de la historia. El acusado: Juan Rana, el comediante más célebre del Siglo de Oro. El delito: hacer reír al público de varias generaciones con su humor irreverente y burlesco donde toda la sociedad queda retratada. Las pruebas: una selección de entremeses de los más grandes autores de la época (Calderón, Moreto y Quiñones de Benavente, entre otros) que tuvieron como protagonista al genial actor.
Se le acusa de blasfemia, desacato, irreverencia, provocación, espíritu crítico, herejía con la hoguera como posible condena.
Juan Rana es una fiesta de piezas breves con música en directo, una reflexión sobre los límites del humor y un homenaje a una figura esencial del teatro clásico español.
Tras los rotundos éxitos internacionales que han supuesto en los últimos años las dos coproducciones previas, ‘En un lugar del Quijote’ y ‘Cervantina’ (Premio Max al Mejor Espectáculo Musical 2017), la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá vuelven a aliarse en esta nueva propuesta que explora la inmensa comicidad de los géneros breves del teatro áureo y recupera una de las figuras escénicas más singulares del panorama escénico del Siglo de Oro y de todos los tiempos: el comediante Cosme Pérez, Juan Rana.
Álvaro Tato firma la versión y dramaturgia de la obra dirigida por Yayo Cáceres e interpretada por Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Daniel Rovalher, Fran García, Miguel Magdalena
«Ponernos frente a la figura de Juan Rana es enfrentar y reconstruir el imaginario de lo que pudo haber sido la vida y la carrera de uno de los más importantes actores cómicos del Siglo de Oro.» Este es el planteamiento. Un espectáculo basado en las obras breves en que aparece el personaje de Juan Rana (Los dos Juan Rana, El triunfo de Juan Rana, El retrato vivo, El toreador, etc.) para recorrer y enfrentar junto a él este inquisitorial juicio público al humor y a la risa. Todo ello con los ingredientes «ronlaleros» imprescindibles: cinco actores, música en directo, ritmo ajustado y un nuevo desafío artístico.
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