La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas, ha afirmado que «el patriarcado nos mata, el machismo nos mata, no queremos ni podemos continuar asistiendo al asesinato de mujeres en nuestra sociedad», durante los tres minutos de silencio guardados para mostrar la repulsa de la sociedad valenciana por el asesinato de Adoración, de 27 años de edad, el pasado 23 de octubre en Alcoy, supuestamente a manos de su pareja.
En la concentración ante el Palau de la Generalitat han estado presentes el president del Gobienro valenciano, Ximo Puig, así como otros representantes del Consell y de las instituciones valencianas y la sociedad civil, mostrando la unidad de la sociedad valenciana frente al terrorismo machista.
“Hoy es un día muy triste, que nos eriza la piel y nos revuelve, porque os vemos forzados y forzadas, una vez más, a manifestarnos para mostrar nuestro rechazo y condena por un nuevo asesinato machista en nuestro territorio”, ha señalado Mas.
Adoración es la tercera víctima de la violencia machista asesinada en la Comunitat Valenciana en lo que va de año, la cuarta víctima de violencia de género este año, «ya que tuvimos que lamentar también el asesinato de un niño», ha recordado Mas. «Amparo, María Luisa, Jordi y Adoración han muerto asesinados a manos del patriarcado, una realidad que indigna, ya que son 139 las mujeres asesinadas desde 2003”, ha señalado.
En su intervención, la vicepresidenta del Consell ha incidido en que la denuncia y condena de la violencia machista “es una responsabilidad de toda la sociedad” por lo que ha apelado a la “unidad firme de toda la sociedad para con seguir un mundo libre de violencia machista”.
“Por eso, continuaremos trabajando unidos y unidades para garantizar que todas las mujeres podamos disfrutar de nuestras vidas libres y libres de violencias”, ha destacado.
Mas ha concluido afirmando que, con estos tres minutos de silencio, “gritamos que no somos cómplices de la violencia machista, que no miraremos hacia lado, que no estamos del lado de los violentos». «Gritamos que nos queremos libres y, sobre todo, que nos queremos vivas”.