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La Diputación de Castellón ha intensificado los tratamientos contra el mosquito tigre en las zonas no urbanas de los municipios de la provincia en los que durante la pasada Semana Santa se detectó una mayor presencia de estos insectos o de larvas. Son actuaciones que se llevan a cabo siguiendo las directrices marcadas por el director técnico del Plan Provincial Contra los Mosquitos, el catedrático de la Universidad de València, Ricardo Jiménez, integrante del Grupo de Investigaciones de Entomología y Control de Plagas del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva. La programación de esta semana contempla actuaciones en Peñíscola, Alcalà de Xivert, Benicarló, Torreblanca Castelló, Benicàssim, Borriana, Nules, Xilxes y Moncofa.
Es una información ofrecida por la diputada de Medio Natural, María Jiménez, quien ha explicado que «el Plan Provincial Contra los Mosquitos se mantiene activo durante todo el año con la realización periódica de inspecciones dirigidas por el profesor Ricardo Jiménez en coordinación con los ayuntamientos afectados». Son estudios hechos «in situ» que han motivado que desde el pasado 2 de marzo se vengan efectuando constantes tratamientos terrestres en distintos puntos de la provincia.
Con el objetivo de conseguir los mejores resultados posibles, el plan antimosquitos de la Diputación divide la provincia en tres zonas geográficas (norte, centro y sur), en las que en las últimas semanas se han intensificado las inspecciones. Entre el 30 de marzo y el 5 de abril se han realizado 65 controles en los que se ha detectado una importante presencia de larvas en determinadas zonas del territorio.
La diputada provincial ha manifestado que «llevamos trabajando todo el año, también durante el invierno, con el objetivo de mejorar los resultados de 2019, que fueron razonablemente satisfactorios, más allá de algunos focos puntuales muy localizados a los que hubo que hacer frente». Según ha explicado, «el objetivo siempre es mejorar para que nuestras ciudadanas y nuestros ciudadanos tengan la mejor calidad de vida posible» aunque, ha añadido, «esa mejora resulta mucho más necesaria en un año como el actual en el que el sector turístico se va a encontrar con importantísimas dificultades derivadas de la emergencia sanitaria por la que estamos atravesando».
El Plan Provincial Contra los Mosquitos, que supone una inversión de 1 millón de euros, incluye servicios de vigilancia urbana y de vigilancia en el medio natural, que se articulan a través de sendos contratos con el Laboratorio de Entomología y Control de Plagas de la Universidad València, especializado en el control de las poblaciones de mosquitos, mosca negra y garrapatas.
El contrato de vigilancia urbana está orientado a la realización del seguimiento de las poblaciones de mosquitos, la elaboración de programas de control municipal, el establecimiento de un servicio de alertas y avisos que facilite la coordinación entre municipios o el asesoramiento para la planificación de los ayuntamientos. También contempla la elaboración de los pliegos de contratación de las campañas municipales y la realización de cursos de formación para el personal de los ayuntamientos afectados.
Los ayuntamientos reciben informes periódicos de situación con una serie de consejos que deben transmitir a las empresas que tienen contratadas para que efectúen los tratamientos en sus zonas urbanas, fundamentalmente en las redes de saneamiento o en lugares en los que haya acumulación da agua. Aunque en estos momentos la presencia de insectos en este ámbito es baja es necesario actuar dada la agresividad de la picadura del mosquito tigre y las reacciones cutáneas que genera.
Por lo que respecta al contrato de vigilancia en el medio natural, el objetivo es controlar la población fuera de los enclaves urbanos, como por ejemplo, en las marjales. Una vez realizados los controles pertinentes, son las empresas especializadas contratadas por la Diputación las que se encargan de acometer los tratamientos necesarios en coordinación con los ayuntamientos.
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